He encontrado hasta 10 versiones de esta historia, más actualiza, menos y en todas la forma de contarla era más o menos la misma, pero las conclusiones no eran lo suficientemente abierta como para dejar que el lector recapacitase, a excepción de las siguiente:
Fábula: El juego de las piedras:
En uno de sus habituales paseos matutinos, un anciano y experimentado maestro se detuvo junto con sus alumnos en un claro del bosque, saco de su alforja un frasco de cristal y una docena de piedras.
Cuidadosamente colocó las piedras dentro del frasco, de una en una, hasta que no cupo ninguna más. Entonces preguntó a los alumnos: -¿Está lleno el frasco? El grupo contestó afirmativamente.
Con una sonrisa en la cara, el maestro sacó un saquito de gravilla y comenzó a verterla sobre las piedras. A la vez, agitaba el frasco para que la grava fuese ocupando los huecos libres ente las piedras. Cuando ya no pudo poner más grava en el frasco, volvió a preguntar: -¿Está lleno el frasco? En esta ocasión, los pupilos respondieron: - Probablemente, no.
El maestro respondió con una sonrisa de complicidad. Sacó en esta ocasión un saquito de arena, y comenzó a echarla sobre las piedras y la grava, rellenando fácilmente todos los espacios. De nuevo realizó la misma pregunta, a la que el grupo contestó con toda seguridad: - No.
Entonces, nuevamente introdujo su mano en la alforja y esta vez extrajo una botella con agua, vertiendo el líquido sobre el frasco con piedras, grava y arena, hasta que el agua alcanzó el borde.
En ese momento miró a sus alumnos y dijo: -Bien, ¿qué sacamos en claro de todo esto? Uno de ellos respondió: - La conclusión es que no importa como de ocupados estemos, si trabajamos duro y nos esforzamos siempre podremos hacer un poco más de lo que hacemos ahora.- Esa es una conclusión no solo errónea sino peligrosa. Respondió el maestro.-
¿A dónde nos lleva? ¿Nos conduce claramente a la felicidad?. No queridos alumnos. La verdadera enseñanza que podemos extraer es que si no metemos las piedras en el frasco al principio, luego ya no habrá manera de hacerlo.¿Cuáles son las piedras en vuestra vida? ¿Tus hijos, tus amigos, tus sueños, tu salud, la persona amada? ¿o son tu trabajo, tus reuniones, tus viajes de negocio, el poder o el dinero?, ¿Perfeccionar la formación? ¿Disfrutar en el trabajo?... La elección es tuya. Una vez te hayas decidido, pon esas piedras primero. El resto encontrará su lugar. Si no dedicáis parte del tiempo a poner las metas principales por delante de lo demás, entonces estaréis usando vuestro tiempo para cosas menos importantes.
Yo sólo puedo añadir que a la próxima vez que leas o te cuentes esta historia, ten claro que las piedras de cada uno, no son las mismas que las de los demás y cada uno decide de qué forma rellenar su frasco y de qué. Y sea como sea, es aceptable pese a que no nos guste.
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