31 de julio de 2012
El Hombre Renacentista del Siglo XXI
La vuelta la diversificación del conocimiento
…“La expresión hombre o mujer renacentista se refiere a una persona de muchos logros y talentos. Un hombre renacentista no es ni un experto ni un especialista. Él o ella sabe algo más que un poco de «todo» en lugar de saberlo «todo» sobre una pequeña parte del espectro total del conocimiento moderno”… Charles Van Doren.
La Crisis continua, pero la vida sigue, si algo tienen las personas, es que son capaces de adaptarse a los medios más extremos para seguir viviendo. En la actualidad la situación de zozobra empresarial que vive nuestro país con un desempleo que alcanza casi al 25% de la población activa, y con una salida de capital de 163.000 millones de euros a mitad del año 2012, ha llevado a España a una posición de inestabilidad a futuro difícil de predecir.
Actualmente todos los analistas financieros, Gurús o futuristas de la calificación… se han dedicado a vaticinar el fin del mundo. Curiosamente todo lo contrario que se les reclamaba advirtiesen antes del derrumbe de Lehman Brothers en septiembre de 2008. Ahora nadie se arriesga y como ya ocurría antes, estos eruditos tecnócratas reman todas a una amparándose en sus conocimientos históricos particulares y profesionales de sus años trabajados y no en las sencillas enseñanzas de Keynes o Adams Smith para cada cuadro clínico de una economía.
Dejando de lado, por un momento la lírica financiera, la sociedad experimenta su particular lucha contra la supervivencia, a través de manifestaciones, huelgas e intentos sociales de parar el hambriento sistema que se niega a admitir que no lo hizo bien y que por mucho que aparentaban conocer el entorno en el que se movían lo obviaron cayendo en un error básico de las empresas: Estar atentos a los cambios del entorno, o lo que es lo mismo “entorno son todos los elementos ajenos a la organización que son relevantes para su funcionamiento”.
Es momento de cambios y la transformación se está produciendo. Después de abandonar el modelo diversificado “inventado” por el sistema, animando a crear miniempresas o cómo ellos mismo llamaron “Emprendedores”, cuyo principal propósito era diversificar la economía y el riesgo, de tal forma que el sistema funcionase de igual forma pero a escala menor, garantizando un periodo de tranquilidad para los gobiernos y mercado al tener la facilidad de decir que si un “Emprendedor” o “micro-empresa” no funcionaba era porque sus fundadores no habían sabido captar las necesidades de la gente.
La gente experimenta una actualización del modelo socio-económico nacido en Europa Occidental en el siglo XV y XVI. “Hombre Renacentista”. Un modelo en el que las personas poseen un abanico de conocimientos y habilidades mucho mayor con un grado de conocimientos mucho menor al que estábamos acostumbrados, y que le permite optar a más tareas y disminuir el riesgo de fracaso al que actualmente apostamos al centrarnos plenamente en una única fuente de ingresos y supervivencia.
Cada día son más las personas que ofrecen diferentes servicios y conocimientos aparentemente antagónicos entre sí pero que van unidos por un mismo nexo de unión, dar una solución rápida y sencilla a las necesidades de la gente sin dormirse y ampararse en el colchón de los títulos, masters o años trabajados. Y en algo mucho más importante que todo ello, la capacidad de ser valorado por lo que haces y no por lo que dices o se dicen de ti.
Llega el momento de la diversificación de tareas, la II ERA del ”Hombre Renacentista” ha comenzado.
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